Introducción

El rubor es uno de los productos de maquillaje más utilizados en la actualidad. Se utiliza para dar color y vida a nuestras mejillas y conseguir ese aspecto saludable y juvenil que tanto buscamos. Sin embargo, aplicar el rubor de manera adecuada no es una tarea sencilla, ya que cada rostro es único y presenta formas y ángulos diferentes. En este artículo, te daré algunos consejos para aplicar el rubor de manera adecuada según la forma de tu rostro para que puedas conseguir el resultado deseado.

Rostro ovalado

El rostro ovalado es considerado el ideal, ya que cuenta con una estructura equilibrada y armoniosa. Si tienes un rostro ovalado, debes aplicar el rubor en las mejillas siguiendo la línea natural del hueso del pómulo y difuminarlo hacia las sienes. Este efecto ayudará a definir los rasgos y a dar una sensación de mayor profundidad en el rostro.

Rostro redondo

El rostro redondo se caracteriza por tener una estructura sin ángulos definidos y con una mandíbula y frente amplias. Si tienes un rostro redondo, debes aplicar el rubor en las mejillas de manera diagonal, siguiendo la línea natural del hueso del pómulo y extendiéndolo hacia las sienes. Este efecto ayudará a alargar el rostro y a definir los rasgos.

• Para conseguir un efecto aún más alargado, puedes aplicar una pequeña cantidad de rubor en la parte superior de la frente y en las líneas de la mandíbula.
• Si también tienes mejillas prominentes, evita aplicar rubor en la parte superior de las mejillas y opta por un tono más claro para destacar otras zonas del rostro.

Rostro cuadrado

El rostro cuadrado se caracteriza por tener una mandíbula ancha y una estructura ósea angular. Si tienes un rostro cuadrado, debes aplicar el rubor en las mejillas de manera circular, difuminando hacia las sienes y la línea de la mandíbula. Este efecto ayudará a suavizar los ángulos del rostro y a destacar las mejillas.

• Si también tienes la frente ancha, evita aplicar rubor en la parte superior de las mejillas y opta por un tono más claro para destacar la frente.
• Si quieres resaltar tus ojos, puedes aplicar un tono más oscuro de rubor en el hueso de la ceja y difuminarlo hacia la esquina externa del ojo.

Rostro alargado

El rostro alargado se caracteriza por tener una estructura ósea estrecha y una mandíbula alargada. Si tienes un rostro alargado, debes aplicar el rubor en las mejillas de manera horizontal, siguiendo la línea natural del hueso del pómulo y difuminando hacia las sienes. Este efecto ayudará a ensanchar visualmente el rostro y a definir los rasgos.

• Evita aplicar rubor en la parte superior de las mejillas, ya que esto hará que el rostro parezca aún más alargado.
• Si quieres destacar tus ojos, puedes aplicar un tono más oscuro de rubor en el hueso de la ceja y difuminarlo hacia la esquina externa del ojo.

Conclusión

Como puedes ver, aplicar el rubor de manera adecuada según la forma de tu rostro puede marcar la diferencia en tu maquillaje. Sigue estos consejos y experimenta con diferentes tonos y técnicas para encontrar el look perfecto para ti. Recuerda que el maquillaje es una forma de expresarse y divertirse, ¡así que no tengas miedo de jugar con él y crear tu propio estilo!